El diseño tiene que empatizar con el usuario, llegar a su corazón, ser capaz de crear emociones. Hacia la primera mitad del siglo veinte surgió una corriente arquitectónica en contraposición al Racionalismo conocida como Organicismo. Esta corriente comenzó en EEUU y su principal precursor fue Frank Lloyd Wright. Su objetivo era crear diseños que armonizaran con el medio natural, que no rompiera el paisaje natural y que tuviera una estrecha relación con su usuario.

Diseño Orgánico en los objetos cotidianos

De la misma manera que este famoso arquitecto defendió un nuevo estilo arquitectónico capaz de integrarse con el medio, esta corriente se extendió al diseño y a la adaptación del mismo al cuerpo humano.

Esta extrapolación al diseño de productos de esta nueva forma de crear, dio paso al diseño sensorial. Esta perspectiva tan humana del diseño presenta gran importancia, permitiendo innovar con base en la identificación de problemáticas y necesidades humanas no satisfechas, no tomadas en cuenta, o que han sido dejadas de lado y, sin embargo, tienen gran relevancia, no sólo para el éxito del producto sino, sobretodo, para el bienestar e incremento de la calidad de vida. Esto explica el momento en el que vemos un producto y surge esas ganas de tocarlo, de sentirlo y percibirlo. Con esta perspectiva parten todos nuestros artesanos, para que tu experiencia con tus objetos cotidianos sea plena y satisfactoria.

Como ya habrás leído anteriormente, nuestras palabras siempre entenderán al diseño como la disciplina que contempla productos hechos para ti. Si quieres saber de qué forma hemos aplicado el diseño a los objetos cotidianos, entra aquí.