Bauhaus, deriva de «Bau«, construcción, y «haus«, casa.

A pesar de que su fundador, Walter Gropius, fuera un gran arquitecto, el nombre de la primera, y más importante, escuela de diseño resulta una ironía ya que esta institución nunca tuvo un departamento para esta disciplina. Esta escuela no solo fue un centro de enseñanza, sino que en tan solo unos años se convirtió en un movimiento artístico siendo referente para el mundo del arte y el diseño.

La Bauhaus nació en Weimar, Alemania, fruto del establecimiento de una serie de propuestas y declaraciones de intención que participaban de una reforma necesaria en las enseñanzas artísticas. Su principal objetivo era romper con la idea que solo la sociedad burguesa de la época pudiera disfrutar de las obras de artesanía. Inaugurada en 1919, su primera fase fue idealista y romántica, a partir de 1923 continuó yendo por el racionalismo y a partir de 1925 alcanzó su mayor reconocimiento. Con su traslado a Berlín, dirigida ya por Mies Van der Rohe, cambió por completo la orientación de su programa de enseñanza. Más tarde, en 1933 la escuela fue cerrada por el Partido Nazi.

Como ocurrió en muchos de los movimientos artísticos de la época, las sucesiones de los procesos políticos y sociales fueron muy influyentes en el desarrollo de la escuela. Tras finalizar la I Guerra Mundial, nació una revolución social y cultural en búsqueda de soluciones para el diseño y la composición. A raíz de este movimiento cultural nació la escuela Bauhaus. Para Gropius, la base del arte estaba en la artesanía: los artistas tenían que volver al trabajo manual.

Con esta base, se trataba de incluir el diseño en todas las artes, lo que condujo a una nueva estética que abarcaría todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana. Englobando así desde el diseño de un frasco de un perfume hasta la maquinaria necesaria para la elaboración de ese frasco. Fue en ese momento, por primera vez, donde el diseño industrial y gráfico fueron considerados como profesiones. Estas disciplinas se profesionalizaron estableciendo las bases normativas y los fundamentos académicos con planes reglados, tal y como los concebimos hoy en día.

Uno de sus fundamentos, y de los que más se identificaban con su filosofía racionalista de la segunda fase, fue «La forma sigue a la función«. Este principio es que la forma de un objeto debe estar basada, primordialmente, en su función o finalidad. La Bauhaus es sinónimo de modernidad, de colores primarios, nuevas concepciones del espacio y de la forma e integración de las artes.

Las fases de la Bauhaus

La Bauhaus pasó por tres fases diferentes con tres directores diferentes.

Primera Fase

Su primera época, 1919 – 1923, Gropius estableció los objetivos de la escuela que fueron recogidos en el manifiesto de la Bauhaus: “La recuperación de los métodos artesanales en la actividad constructiva, elevar la potencia artesana al mismo nivel que las Bellas Artes e intentar comercializar los productos que, integrados en la producción industrial, se convertirían en objetos de consumo asequibles para el gran público”. Una de sus metas era independizarse y comenzar a vender los productos elaborados en la Escuela. De esta forma dejaría de depender del Estado que hasta ese momento era quien los subsidiaba.

Diseño de cuna by Peter Keller | CoolMaison

Era esta primera fase, la idealista y romántica, en la que sus composiciones se realizaban con las formas geométricas básicas, (el círculo, el cuadrado, el triángulo) junto con los tres colores primarios como base aunque los colores principales fueron negro, blanco y rojo.

Diseño cartel para la primera exposición | CoolMaison

Segunda Fase

En el comiendo de su segunda época, 1923 – 1925, el gobierno exigió a la escuela saber qué trabajos eran los que allí se realizaban. De esta manera fue como llegó la celebración de la primera exposición de la Bauhaus.

A partir del 1923, la Bauhaus llevó a cabo un cambio de dirección. Esto que supuso la introducción de las ideas del Constructivismo Ruso y el Neoplasticismo.

Durante esta época se defendía un arte comunal, basado en la idea y no en la inspiración. La metodología estaba basada en una «investigación de la esencia» y un «análisis de la función«. A pesar del plan, la influencia de la estética de la Bauhaus fue reducida y hubo que esperar a los 70 para que estas ideas tuvieran fuerza comercialmente.

Herbert Bayer, estudiante durante 4 años de la escuela, fue el publicista más destacado. Gropius lo nombró director del departamento de impresión y publicidad. Fue este hombre quien, siguiendo el principio de eliminar lo superfluo y dejar lo esencial, diseñó un estilo tipográfico donde se eliminaron las mayúsculas y las serifas. De esta manera creó la fuente geométrica Architype Bayer. Así se establecieron los fundamentos de la Nueva Tipografía.

Tercera Fase

La tercera y última etapa de la escuela, dirigida entonces por Mies van der Rohe y autor de la célebre frase «Menos es más«. Arquitecto ya muy destacado en aquel momento, había proyectado la arquitectura futurista tras la primera guerra mundial. Con él en la escuela, la arquitectura siguió teniendo un papel muy importante, a pesar del cambio decisivo. Se redujo drásticamente el trabajo productivo en favor de una mayoría atención a los aspectos pedagógicos.

Fue en las elecciones municipales de Dessau en 1932, cuando los socialdemócratas fueron derrotados por el nacionalismo. Este mismo nacionalismo fue el que poco después decidió la disolución de la Bauhaus. Después de todos los intentos por parte de la directiva de la escuela y traslados, muchos de sus alumnos fueron detenidos e interrogados por la policía Nazi. Fue entonces cuando Van der Rohe y el claustro, decidieron el cierre y la disolución definitiva de la Bauhaus en 1933.

 

La Bauhaus en CoolMaison

La influencia de esta escuela fue, y es, de tanta importancia que nuestros diseñadores y artesanos actuales siguen sus corrientes. En CoolMaison tenemos la suerte de contar con algunos de ellos.